23/08/2022

Los polacos en la República Argentina: 1831 – 1848

Acontecimientos Históricos

Pero en las tierras de Polonia no hay tranquilidad.

Es de subrayar que, en la inicua repartición de Polonia, fue más desgraciada aquella parte que pasó al dominio ruso. En primer lugar, porque perteneciendo a la más numerosa de las tres potencias del Norte, tenía menos probabilidades de sacudir su yugo, y después, porque encontrándose más distante del foco de las ideas liberales que germinaban con más fuerza en la Europa occidental, el imperio de los zares era menos dispuesto a sentir y admitir la influencia de estas ideas.

Si bien el tratado de Viena de 1915, como deseando dar disculpas a la opinión pública por lo acaecido en Polonia, ha prometido que éstos gozarían de representaciones e instituciones nacionales, de acuerdo a las formas de gobierno de las tres potencias que desmembraron su territorio, y que éstas creyesen justo y conveniente concederles, esto jamás se ha healizado.

El primer resultado del tratado de 1815 fue que Prusia se apoderó de Sajonia, el Czar del territorio polaco, Austria del Lombardo y Veneto, Inglaterra de Malta, Heligoland y Cabo y todos los fuertes quedaron contentos.

El emperador Alejandro, de carácter novelesco -este Ángel Blanco como osaron en llamarlo- se hizo coronar rey de Polonia, y hasta llegó a pedir que toda Polonia constituyese un nuevo reino independiente bajo el cetro de su “hermanito” Nicolás.

A la muerte de Alejandro, acaecida en 1825, ocupó el trono su tercer hermano Nicolás, por la abdicación de Constantino.

Aunque también se coronó rey de Polonia y prometió gobernar en la misma forma que su hermano, su conducta hizo desvanecer pronto las esperanzas de los polacos.

La juventud que jamás se ha doblegado al opresor, comenzó a formar las sociedades secretas, e impulsar el elemento con conciencia nacional a organizarse secretamente.

Y como este “gendarme europeo” -tirano tipo oriental-, pretende emplear las fuerzas polacas para sofocar la revolución que acaba de estallar en Bélgica, el pueblo polaco desesperado ya, se lanzó de nuevo a la lucha contra la opresión rusa.

Bajo la presidencia del príncipe Adam Czartoryski se forma el gobierno provisional, el general José Chłopicki al mando del ejército rechaza heroicamente a fuerzas rusas superiores en número y cuando es herido en la batalla de Grochów entrega el mando al general Juan Skrzynecki.

Prusia, si bien es cierto que, con una singular neutralidad, no combatió a los sublevados, ofreció su territorio como la más segura base de operaciones para el ejército ruso, y Austria, por su parte, hizo prisionero al general Dwenicki, cuando éste entró en Galitzia para caer de sorpresa sobre el enemigo.

La insurrección, llamada en la historia la de noviembre de 1831 fracasó a pesar de que aguerrido en las guerras napoleónicas, el soldado polaco luchó con gran bravura. Las batallas de Wawre, Debie, Iganie como también las sangrientas luchas de Grochów y Ostroleka lo han demostrado.

Si bien el pequeño ducado de Varsovia al levantar armas contra Rusia cometía un acto verdaderamente audaz, ¿quién -conocedor de las primeras luchas- negará, que éstas han demostrado la parte débil de Rusia?

Después de varios meses de lucha, la insurrección quedó ahogada a sangre y fuego, y se restableció la tranquilidad; …tranquilidad que anunció el enviado francés general Sebastiani a las Cámaras de su país con la célebre e incalificable ironía de: “El orden reina en Varsovia”.

El ejército polaco ha sido obligado a cruzar la frontera de Prusia, deponer las armas y expatriarse.

En venganza por la intentona revolucionaria, el gobierno ruso suspende la constitución -que dicho sea de paso, jamás respetó- cierra muchos establecimientos públicos y escuelas, entre ellos, las universidades de Varsovia y Wilno. Se suprimió violentamente la unión de las dos Iglesias, y se desencadenaron las mas violentas persecuciones religiosas.

Los intentos de insurrecciones d 1846 y ’48, que hicieron fracasar Prusia y Austria, aumentan la emigración política polaca, y ésta sería la segunda época de la inmigración de exiliados polacos a las tierras del Plata’.

Fuente: “Los polacos en la República Argentina y América del Sur. Desde el año 1812”, de

Estanislao P. Pyzik

Transcripción: Honorio Szelagowski

Director de Prensa CiPol