Visita inesperada
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Anabella avisó hace unos días al grupo de Whatsapp de los estudiantes de idioma que dos jóvenes polacas estaban visitando Argentina y que posiblemente llegarían a La Plata. Y se cumplió. El sábado 25 de enero estábamos citados en la confitería de la Catedral de la Ciudad a las 15 hs. Anabella y Liliana fueron a buscar a las polacas que venían de Buenos Aires a la terminal de ómnibus local. El traslado se hizo en el auto de Liliana y así tuvieron una primera impresión de la ciudad en un clima bastante cálido de verano.
En la confitería nos presentamos e iniciamos una hermosa conversación en tres idiomas. Estaban presentes Romina, Ricardo, Fernando, George y Olek. Elvira habla en polaco e inglés y Eva maneja, además de esos dos idiomas, el castellano aprendido en la Universidad de Salamanca. Los alumnos de la escuela de polaco se esforzaban para entender algunos y hablar los más avanzados. Eva es de WROCLAW y Elvira de WARSZAWA. Los temas de conversación versaron en saber nuestras actividades como grupo e individualmente, y nosotros preguntamos sobre la vida en Polonia. Las dos polacas estaban muy interesadas en conocer la cultura latinoamericana y especialmente la argentina. Consideran que los argentinos son muy abiertos y amigables, y en todos los lugares que visitaron las invitaban a volver y a conocer más. Estuvieron en algunos de los sitios turísticos más tradicionales como las Cataratas de Iguazú y la Patagonia y, además, también anduvieron en Uruguay.
Luego de conocernos nos trasladamos al aula utilizada habitualmente para las clases, donde entre café y algunas facturas entregamos regalos a las visitantes. Más tarde realizamos una visita a la Catedral con la guía de Miguel, otro alumno de polaco, incluido el museo y la entrada a
la torre donde está ubicado el ascensor para visualizar una hermosa vista panorámica de la Ciudad.
Terminado el paseo, nos dirigimos en tres autos a la plaza San Martín donde la recorrimos sacando fotografías a la gobernación, la legislatura y el monumento de San Martín. Allí les regalamos un mate y una bombilla comprados en un comercio tradicional.
El siguiente paso fue concurrir al bosque, donde a orillas del lago, disfrutamos de una ronda de mate y continuó la conversación con los más diversos temas. Entre otras cosas preguntamos sobre la opinión que tenían sobre el gobierno del presidente DUDA.
Finalmente, nos trasladamos a la diagonal 74 a disfrutar de una merienda-cena vegana para las jóvenes polacas y no tan vegana para el resto. En todo el recorrido se realizaron muchas fotografías.
La conversación duró hasta la despedida, cuando ya era de noche. Al otro día Eva y Elvira partían para Polonia. Fue una experiencia muy interesante y agradable.
Alejandro Galinski
avgalinski@yahoo.com