20/02/2022

Las deportaciones

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Una de las formas de ejercer el terror en la Polonia ocupada fueron las deportaciones, que tuvieron lugar tanto en los territorios ocupados por Alemania como por la URSS (hacia 1941).

El primer decreto que hacía referencia a las deportaciones de polacos fue el que firmó el jefe de la policía de las SS, Heinrich Himmler, el 30 de septiembre de 1939. Se creó una oficina especial de realojamiento en la ciudad de Łódz, que estaba subordinada al servicio de seguridad de la policía de Poznań. Sus delegaciones se encontraban en provincias. Una oficina similar operaba en Gdańsk.

En noviembre de 1939 comenzaron las deportaciones de las tierras polacas incorporadas al Tercer Reich. Las autoridades planeaban deportar, hasta febrero de 1940, cerca de un millón de personas (400.000 de Pomerania). La operación, que había comenzado en Gdynia, se intensificó en el invierno de 1939-1940. Se crearon campos especiales de transición, donde se seleccionaba a los polacos, siendo enviados los jóvenes como trabajadores forzados a los campos de trabajo del Reich.

En el período 1940-1941 continuaron las deportaciones en la Gobernación General, en la zona de Radom, así como entre Kolbuszowa, Nisko, Dębica y Rozwadowo. Estas operaciones se intensificaron en 1942.

A partir de 1942 se llevaron a cabo deportaciones intensivas en el distrito de Zamosc, donde se pretendía asentar a población alemana procedente de otras partes de Europa. Hasta marzo de 1943, los alemanes deportaron a los habitantes de 116 pueblos, fusilando muchas personas. En la siguiente etapa de la operación, entre el 23 de junio y el 15 de julio de 1943, llevaron a cabo operaciones de deportación y pacificación, como resultado de las cuales deportaron unos 170 pueblos. A los polacos se les envió a campos de concentración o a trabajos forzados para el Reich. Parte de los niños fueron enviados a Alemania para ser germanizados. Debido a las acciones de resistencia llevadas a cabo por los polacos en esta zona (luchas de las divisiones de los Batallones de Campesinos y el Ejército Nacional) las fuerzas de ocupación se vieron obligadas a interrumpir este tipo de operaciones.

Las últimas víctimas de las deportaciones fueron los habitantes de Varsovia tras el fracaso del levantamiento de 1944. Se les envió a campos de concentración (en torno a 60.000), a trabajos forzados (cerca de 70.000), mientras que al resto se les permitió asentarse en la parte occidental de la Gobernancia General.

En total, las deportaciones alemanas afectaron a cerca de 2.500.000 polacos

El poder soviético también llevó a cabo operaciones similares. En cuanto campañas de deportación (9-10 de febrero, 12-13 de abril y 29-30 de junio de 1940, junio de 1941) se deportó a aproximadamente 330.000 ciudadanos polacos (entre ellos, numerosos judíos, ucranianos, bielorrusos). Trasladados sobre todo al norte de la parte europea de la URSS y a Kazajstán, fueron asentados en condiciones completamente distintas a las de sus lugares de origen. Como consecuencia del frío y del hambre murieron, hasta septiembre de 1941, unos 20.000. Las deportaciones se vieron interrumpidas por el estallido de la guerra germano-soviética el 22 de junio de 1941.

En total, como consecuencia de las acciones de deportación de los ocupantes soviéticos, se encontraban en el territorio del a URSS unos 600.000 ciudadanos polacos.

Fuente: W. K. Cygan y J. Skalski

Polonia en defensa de la libertad 1939-1945

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