
El vínculo entre Polonia, la espía Skarbek y el personaje de ficción James Bond
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JAMES BOND Y SU INCREÍBLE VINCULACIÓN CON POLONIA
En un giro divertido que combina cine, historia y política, el famoso actor Jesse Eisenberg, conocido por películas como The Social Network y Zombieland y sobre todo A Real Pain (un dolor Real): la historia de dos primos muy distintos entre sí que se reúnen para hacer un viaje a través de Polonia para honrar a su abuela, se ha convertido en el centro de atención en Polonia. El Primer Ministro, Donald Tusk, grabó un gracioso video donde le dice al actor (a quien el Presidente Andrzej Duda le concedió ciudadanía polaca) que puede quedarse tranquilo, dado que el entrenamiento militar en Polonia es voluntario, pero lo invita a hacerlo, asegurándole que con esa preparación tendrá el papel de James Bond “en el bolsillo”. Cabe destacar que Eisenberg fue propuesto para personificar al famoso espía inglés.

¿JAMES BOND, ESTÁ BASADO EN LA VIDA REAL DE UNA MUJER JUDÍA POLACA?
La conexión entre James Bond y Polonia no termina con Eisenberg. Ian Fleming, el creador del icónico espía, se inspiró en varias figuras reales para dar vida a su personaje, y una de ellas fue Krystyna Skarbek (quien fue su pareja), también conocida como Christine Granville. Skarbek, una espía polaca de origen judío, que no solo fue una de las agentes más audaces y efectivas de la Segunda Guerra Mundial, sino que también llevó una vida personal tan fascinante como la de cualquier personaje de ficción. De hecho, se dice que tuvo más romances que el propio James Bond, aunque siempre mantuvo una elegancia y discreción que la distinguieron.
Krystyna Skarbek nació en Varsovia el 1⁰ de mayo de 1908, en cuna de oro. Su padre era un aristócrata sin fortuna, y su madre provenía de una famosa familia de banqueros judíos. Estaba emparentada con el general norteamericano Włodzimierz Krzyżanowski y con el regente húngaro, el almirante Miklós Horthy. Tuvo una educación de élite, hablaba a la perfección varios idiomas, era una excepcional amazona, una experimentada esquiadora, fue coronada Reina de la Nieve y finalista para Miss Polonia. Sin embargo, sentía una gran atracción por el riesgo.
Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, se encontraba con su marido en Etiopía, donde este fue nombrado Cónsul General. Ambos partieron a Londres para enrolarse en las Fuerzas Armadas Polacas en el Exilio y luchar por Polonia. Krystyna fue aceptada en el Servicio de Inteligencia (SIS), algo poco común, ya que, por lo que se sabe hasta hoy, los británicos no aceptaban mujeres en este servicio. Además, el perfil de los espías (de acuerdo a los archivos desclasificados recientemente) apuntaba a personas que no llamasen la atención, algo que no encajaba con Krystyna, cuya belleza y carisma la hacían destacar. Sin embargo, los británicos consideraron que su gran cultura, contactos, simpatía, glamour y habilidades podían ser de utilidad. No se equivocaron.

La primera mención que hizo el SIS sobre ella apareció en diciembre de 1939. Fue descrita como una “ardiente patriota polaca, experta esquiadora y gran aventurera” y “absolutamente intrépida”. En 1940, cruzó los montes Tatra, una travesía sumamente peligrosa, para entablar contacto con la Resistencia Polaca. Trató de persuadir a su madre para que abandonara Polonia, pero esta se negó. En 1942, su esta fue arrestada por los alemanes y enviada a la prisión de Pawiak en Varsovia, curiosamente diseñada por el tío abuelo de Krystyna, donde desapareció.
A petición de los británicos, organizó la vigilancia del tráfico ferroviario, por carretera y fluvial en las fronteras con Rumanía y Alemania. Se le atribuye el mérito de proporcionar información sobre el transporte de petróleo a Alemania desde los campos petrolíferos de Ploiesti en Rumania. En enero de 1941, fue arrestada en Budapest. Se mordió la lengua y escupió sangre fingiendo estar contagiada de tuberculosis. Los hombres de la Gestapo, para evitar complicaciones, en un acto de absoluta irresponsabilidad, la dejaron ir sin más.
También tuvo el mérito de enviar a los británicos todos los documentos que marcaban el comienzo de la Operación Barbarroja, es decir, la invasión alemana a la Unión Soviética. Luego fue asignada a tareas de inteligencia en Oriente Medio. Más adelante, realizó un curso de paracaidista y descubrió que le apasionaban los saltos en paracaídas. Churchill se refería a ella como “la espía más glamorosa del Servicio de Inteligencia Británico”.
Su próxima misión fue en Francia, donde logró liberar a varios prisioneros sobornando a los alemanes, presentándose como sobrina del General Montgomery y aduciendo que, si los prisioneros sufrían daños, al terminar la guerra los carceleros sufrirían daños aún mayores. Logró su cometido. Manejó enormes sumas de dinero destinadas a la Resistencia Francesa y jamás se quedó con un solo centavo. Luego sirvió como enlace con las tropas norteamericanas.
Durante su paso por la inteligencia británica, organizó cientos de misiones, y muchas personas deben sus vidas a ella. Después de la guerra, trabajó como azafata en un barco de pasajeros. Uno de los tripulantes se enamoró perdidamente de ella y, al ser rechazado, la asesinó a puñaladas en Londres en 1952.

UN VÍNCULO HISTÓRICO Y CULTURAL
La fascinante vida de Krystyna Skarbek y el reciente reconocimiento de Jesse Eisenberg nos recuerdan que Polonia, con su rica historia y cultura, continúa dejando una huella significativa en el legado de James Bond. Mientras el espía británico captura la imaginación del público, figuras como Skarbek añaden profundidad y una perspectiva única a esta narrativa atemporal.
FUERZAS ARMADAS POLACAS
En la época del comunismo (1945-1989), las Fuerzas Armadas Polacas llegaron a contar con un total (activos + reserva) de casi 1.000.000 de hombres. El servicio militar era obligatorio, y en los colegios secundarios se incluía en sus programas de estudios la materia Przysposobienie Obronne (Preparación para la Defensa). Con la caída del comunismo, las Fuerzas Armadas se redujeron a aproximadamente 100.000 hombres, y muchas bases militares fueron reconvertidas, por ejemplo, en aeropuertos. Actualmente, y debido a la amenaza rusa, la cantidad de soldados aumentó a más de 200.000, y se ofrecen cursos de preparación militar a cualquier ciudadano que quiera prepararse para defender a su patria. Se espera llegar próximamente a 500.000 hombres entre activos y reserva, como una medida disuasoria para evitar cualquier posible invasión.
Consultora:
Lic. Ana Wajszczuk

Andrés Chowanczak
Vicepresidente de la Unión de los Polacos en la República Argentina