Henryk Sienkiewicz y el nacionalismo polaco
Artículos
Novelista y periodista polaco, premio Nobel de Literatura
Solo individuos despreciables y malvados, o tontos totales, podrían equiparar el nacionalismo polaco con el nacionalismo alemán abierta y agresivamente antipolaco o el nacionalismo ruso reaccionario de extrema derecha. El nacionalismo polaco nunca se ha alimentado de la sangre y las lágrimas de otros, no ha azotado a los niños en la escuela, no ha erigido monumentos a los tiranos. Nació del dolor, de la peor tragedia histórica. El nacionalismo polaco derramó su sangre en los campos de batalla nacionales y extranjeros, siempre en apoyo de la libertad. Floreció y se hizo más fuerte bajo la opresión en una lucha por la libertad. Escribió en sus estandartes los ideales más nobles de amor, tolerancia, libertad para el pueblo, educación y superación. En nombre de esos ideales, junto con toda la nación y mediante el sacrificio de sus guerreros, soportó un sufrimiento que ningún guerrero por otros ideales desde el comienzo del cristianismo ha soportado.
Aquellos que perciben el nacionalismo polaco de otra manera, tienen una percepción superficial y errónea de él; los que lo sirven de cualquier otra forma están confundidos. El nacionalismo polaco siempre será una combinación de los pensamientos y sentimientos más nobles de la nación, y es por eso que bajo su bandera puede estar cualquier organización polaca verdadera, no superficialmente, y cualquier individuo en el que “el alma sigue viva” como las palabras de un vieja canción patriótica dilo.
Henryk Sienkiewicz, Ensayos, Volumen XXXV
Fuente: Polonia Institute
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