El mundo en épocas del COVID-19
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Restricciones acá y allá
Sabido es que hace algo más de 10 días en Argentina se ha decretado la cuarentena obligatoria, además del cierre de las fronteras y de los aeropuertos, a lo que se agregan las restricciones en los bancos para que únicamente puedan acceder aquellas personas que se encuentran dentro de los casos de excepcionalidad. Estas medidas responden a la prevención del desarrollo del coronavirus en la región que, comparado con otros países del mundo, es significativamente positiva.
No ocurre lo mismo con el país polaco y sus vecinos. Europa ha quedado muy dañada por la pandemia y aún la sigue padeciendo, y países limítrofes directos como Alemania contabilizan numerosos casos de infectados. Del mismo modo otros estados del continente como Italia y España lideran el ranking (junto a Estados Unidos) que nadie quiere ganar, el de los contagios y fallecimientos. Es por eso que el gobierno eslavo recientemente tomó la decisión de cerrar el acceso a lugares públicos, como plazas, parques y playas, para que el movimiento de personas disminuya considerablemente. Hoy por hoy, Polonia registra algo más de 2600 casos positivos y 51 muertes, muchas menos que en los países europeos previamente mencionados, no obstante lo cual no significa que no corra riesgo de aumentar la cifra en caso de que no se tomen las medidas que los países que “exitosamente” han venido, de un tiempo a esta parte, controlando el virus, han tomado. En ese sentido, Argentina fue pionera en medidas extremas antes de que se propague la enfermedad en su población y numerosos países la han tomado de ejemplo.
Según los que saben la situación irá de mal en peor, y en el mejor de los casos se esperan cientos de miles de muertes. Sin duda alguna el mundo deberá cambiar post coronavirus, el tema ahora es tratar de que la enfermedad afecte lo menos posible las condiciones del país (polaco, argentino o el que fuere). Se compara esta situación económica con la que existió post Segunda Guerra Mundial, lo que hace pensar que estamos frente a otro tipo de disputa bélica. En este caso, ante un enemigo que pelea de forma distinta a la habitual, una manera que el ser humano en su milenaria existencia desconocía, lo que torna sumamente peligrosa la situación. Es por eso que aquí prevalecerá el más capacitado y el que mejor se adapte a la situación futura. No se trata de tener miles de recursos si no se los saben administrar (el ejemplo más claro de esto es Estados Unidos), sino de tomarse en serio la severidad de la situación, esto es, no subestimar al enemigo que no se ve.
Honorio Szelagowski
hszelagowski@gmail.com
