01/10/2022

El acto de la inauguración

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Con la inauguración de las cocinas gratuitas para los inmigrantes, la Asociación “Dom Polski”, que constituye una federación de las Sociedades polonesas en la República Argentina, cumple otra parte del programa trazado por los estatutos, colaborando al mismo tiempo con las autoridades en la lucha contra la desocupación y la falta de recursos que aflige a muchas personas.

“En el acto de la inauguración, que se llevó a cabo dentro de la mayor sencillez, concurrieron numerosas personas e hicieron uso de la palabra por la Asociación don Adolfo Marczewski y Estanislao Pyzik, presidente y ex-presidente, respectivamente, como también agradeciendo el esfuerzo, de la mencionada organización en favor de sus connacionales, habló el Ministro de Polonia Dr. Ladislao Mazurkiewicz, personas que presidieron la primera comida”.

He de hacer notar que, en el mencionado comedor, recibían almuerzo y cena más de cuatrocientas personas por día, y que el gobierno del general Uriburu ha solicitado de la mencionada organización su intervención en la organización de las cocinas gratuitas del Puerto Nuevo.

Si bien las sociedades polacas han sido los primeros jalones del intercambio cultural y espiritual entre la República Argentina y Polonia, se sentía desde hace tiempo la necesidad de una organización cuyo fin primordial fuese la intensificación del movimiento mencionado.

Esta falta ha sido suplida al constituirse en 1934 el Instituto Cultural Argentino-Polaco, bajo cuyo auspicio edité el primer libro y cuya secretaría ejercí desde el día de su fundación, por muchos años.

A través de varios años de existencia, el Instituto ha organizado varios actos y tomó parte activa en otros, que tendían al mutuo conocimiento de los dos países.

La presidencia del mismo ha sido ejercida en primer término por el entonces ministro de Polonia, doctor Ladislao Mazurkiewicz, por el doctor Eduardo Crespo, bajo cuya presidencia el Instituto ha tenido múltiples y muy felices iniciativas, y por último, por el recientemente fallecido ingeniero Domingo Selva.

Son sus socios fundadores personas de relieve de esta gran República hermanada con Polonia por tantos lazos de afecto.

Bastaría citar a los extintos socios: doctor Marcelo Torcuato de Alvear, doctor Roberto M. Ortiz, doctor Vicente S. Gallo, doctor Octavio Pico, general Camilo Idoate, como también algunos otros: doctor Ernesto Bosch, monseñores Miguel de Andrea y Essandi, generales Francisco Medina, Ángel Zuloaga, almirante Hermelo Ricardo, Marzos Zar, doctores Saavedra Lamas, Enrique Gil, Martín Doello Jurado, Felipe Senillosa, Norberto Láinez, Carlos Robertson Lavalle, Carlos Alberto Pueyrredón, Guillermo Ancizar y muchos otros, siendo el alma de este acercamiento argentino-polaco el doctor Jorge Castro Nevares, uno de los iniciadores y fundadores del Instituto. Y ya si hablo de los fundadores no puedo omitir a otro personaje -don Carlos Kraczkiewicz- cónsul de Polonia y secretario de legación por entonces, quien firma el acta de la fundación y que prestó a la idea todo su apoyo y simpatía.

He de subrayar que la elección del ministro Mazurkiewicz para la primera presidencia del Instituto que se fundaba, no era un acto de mera cortesía hacia un diplomático de un país amigo. Al proceder en esta forma no usual -ya que los diplomáticos extranjeros por su situación especial no pueden ejercer la presidencia de sociedades, círculos, etc.- se ha querido subrayar la gran simpatía que su persona gozaba entre la sociedad argentina, la que lo consideraba como algo de este país. En este tenor se expresaron varios concurrentes al acto de la fundación del Instituto. Y que así era, bastaría citar el suelto aparecido en uno de los vespertinos de la Capital Federal, a pocos días antes de la partida del doctor Mazurkiewicz a Polonia, cuando por disposición de su gobierno de lo destinaba para otro cargo.

La Razón decía entonces: “Apostillas a la vida nacional. Se va un amigo”.

“En los últimos días de abril partirá de Buenos Aires a hacerse cargo de su nuevo destino diplomático, el ministro de Polonia, doctor Ladislao Mazurkiewicz. Notará el país su ausencia. Es un buen amigo de la Argentina quien interrumpirá en esta forma su directa vinculación con nuestra vida, nuestros intereses y nuestras esperanzas, aunque seguirá ligado a nosotros por una viva simpatía recíproca que es el venturoso saldo de su actuación en Buenos Aires. No es muy frecuente el caso suyo. Más que un diplomático del tipo corriente, el doctor Mazurkiewicz fue un curioso, atento y sagaz observador de la realidad argentina. Si Polonia le debe eminentes servicios en cuanto a la vigorización de los lazos comerciales que unen a los dos países, la Argentina le debe mucho en un orden particular y muy valioso; ha sido consejero y colaborador de las autoridades nuestras en más de un asunto delicado, difícil, de los que pasaban bajo la observación aguda del ministro de Polonia y habrían podido tomar un giro desagradable para el país a no haber mediado la honrada benevolencia de quien no se sentía un transeúnte en Buenos Aires sino un miembro de la sociedad argentina.

“Uruguaya es, por lo demás, la esposa de este buen amigo que se marcha. No hay nada que agregar para que el gran público comprenda que quien anuncia su partida no es solamente un ministro de Polonia; es “el ministro de Polonia” connaturalizado con nosotros a lo largo de catorce años de convivencia cordial”.

Bajo el patrocinio del Instituto se realizó la exposición de los grabados de artistas polacos, que tuvo lugar en el Palais de Glace y que ha sido inaugurada con un discurso de circunstancias pronunciado por el director del Museo Nacional de Bellas Artes don Atilio Chiappori, vicepresidente del Instituto; prohijó la exposición de cuadros de los eximios artistas Adam y Tadeo Styka en la Galería Witcomb; de la artista Helena Teodorowicz Karpowska; agasajó al periodista y escritor polaco Conrado Wrzos; se ocupó de los ajedrecistas llegados al torneo internacional efectuado en la Capital Federal. Bajo el auspicio del instituto dio una conferencia en la Facultad de Filosofía y Letras el presidente del P.E.N. Club polaco, Juan Parandowski, quien, en esta oportunidad, fue presentado por el presidente del Instituto, doctor Eduardo Crespo.

El día 28 de mayo de 1943, el instituto organizó un acto en homenaje al gran astrónomo polaco Nicolás Copérnico con motivo del IV centenario de su muerte, sobre cuya obra disertó el alumno del gran Flamarión, don Ernesto de la Guardia, siendo el orador presentado por el entonces presidente ingeniero Domingo Selva.

El acto principal lo han prohijado los destacados hombres de ciencia, presididos por el doctor Carlos Saavedra Lamas, rector de la Universidad de Buenos Aires; doctor Alfredo L. Palacios, de la Universidad de La Plata; doctor Gonzalo Bosch, presidente de la Sociedad Científica Argentina, en cuyos salones ha tenido lugar el acto académico; directores de los observatorios astronómicos de La Plata, ingeniero Félix Aguilar, y de Córdoba, doctor Enrique Gaviola; coronel Baldomero Biedma, del Instituto Geográfico Militar, y otras destacadas figuras relacionadas con astronomía, meteorología, geografía y afines.

Como culminación de estos festejos ha sido colocada una placa conmemorativa en uno de los edificios de la calle que lleva el nombre de nuestro compatriota, acto durante el cual habló el R.P. Juan Busolino, director del Observatorio de San Miguel y autor de la gran obra sobre la vida y la labor del astrónomo polaco.

El Instituto se adhirió a todos los actos y homenajes que se realizaban en memoria del gran pensador argentino doctor José Manuel Estrada, organizando el mismo también actos en fechas memorables, relacionados con la actuación del gran tribuno a favor de los exiliados políticos polacos, como el que ha tenido lugar el día 25 de mayo de 1965 en la Plaza Lorea, centenario del acto realizado en Buenos Aires en honor del pueblo polaco.

Después de una muy provechosa presidencia ejercida por el doctor Jorge Castro Nevares, uno de los fundadores del Instituto, tomó la presidencia del mismo el doctor Manuel Ordóñez, que, sin duda alguna, llevará a la constante y activa colaboración argentino-polaca’.

Fuente: “Los polacos en la República Argentina y América del sur. Desde el año 1812”, de

Estanislao P. Pyzik

Transcripción: Honorio Szelagowski

Director de Prensa CiPol