29/11/2020

Amapolas y margaritas

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ARTÍCULO DE MARÍA SZEMOTIUK KULCHESCKA

Estamos desde hace muchos meses recluídos en nuestras casas por efecto de la pandemia que la Humanidad está sobrellevando. La situación nos obliga a tratar de adoptar mecanismos que nos ayuden a resistir y superar. El pensamiento a través de los recuerdos puede ayudar, pensar en paisajes, en situaciones gratificantes de cualquier experiencia vívida o proyectada por vivir.

Recordemos ríos, valles, montañas, arroyos cristalinos en el marco de un cielo azul surcado de nubes blancas y verde por doquier… así es Polonia…

En este paisaje destacan el restallante color escarlata de las amapolas (kwiat-maku), y el blanco de las margaritas (stokrotka) tapizando los ancestrales suelos hasta integrarse con el horizonte.

Amapola: simple y musical nombre para designar a esta florecita pequeña y colorida. Destaca su restallante lirio escarlata y afianza su presencia conjuntamente con las blancas margaritas.

En el Continente Europeo, se extiende por diversos países. Algunos de ellos en estos meses que se conmemora la finalización de la Primera Guerra Mundial, han adoptado a la amapola como símbolo de la sangre derramada por los soldados al defender su patria, rindiéndoles homenaje. Polonia adoptó a la amapola como Flor Nacional.

En mi evocación personal surge mi hogar materno, en cuyo jardín mi madre las enterraba y en la niñez-adolescencia ejercía una especial atracción, su color, la sedosidad de sus pétalos…

También desde el recuerdo, imágenes de una plaza céntrica de la Ciudad de Buenos Aires elegida por un afamado modista japonés, que “sembró” millones de amapolas rojas confeccionadas en tela, dispersas por todos sus canteros.

Belleza de colores: el rojo de las amapolas y el blanco de las margaritas. Las nubes blancas y el celeste del cielo sintetizan nuestros símbolos patrios, las banderas de Polonia y Argentina.

23/11/2020