El Holocausto
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‘Ya desde los primeros días de septiembre de 1939, los judíos que vivían en Polonia fue (sic) objeto de persecuciones por parte de los alemanes. El 21 de septiembre Reinhard Heydrich, jefe de la Oficina General de Seguridad del Reich, dio a sus órganos subordinados, la SD y la SS, instrucciones concernientes a la creación de guetos judíos en los territorios ocupados por el Reich. Los primeros guetos (partes de la ciudad habitadas exclusivamente por judíos) aparecieron ya a finales de 1939 (en octubre en Piotrków Trybunalski, en diciembre en Puławy y en Radomsko).
Al principio, los guetos estaban abiertos, aunque cruzar sus límites estaba duramente castigado (en la inmensa mayoría de los territorios de la Gobernación General se preveía la pena de muerte para los que dieran cobijo a los judíos). Estas medidas represoras se aplicaron sólo en Polonia, y más tarde en la URSS y en Yugoslavia. En ningún otro país europeo el ofrecer refugio a los judíos se castigaba con la pena de muerte. Por ejemplo, en Francia se castigaba con una multa simbólica.
A partir de 1940 los guetos se cerraron, rodeándolos con un muro o con una alambrada. Los guetos más grandes fueron los de Varsovia (aproximadamente 500.000 habitantes) y Łódz (aproximadamente 300.000). Debido a la hacinación de personas y a las malas condiciones sanitarias, así como por culpa del hambre, en los guetos había una alta mortalidad, sobre todo a medida que se iban extendiendo enfermedades infecciosas.
Los guetos supusieron una etapa de transición para la aniquilación completa de los judíos que vivían en el territorio del Tercer Reich y de los países ocupados por él.
Al mismo tiempo constituyeron una fuerza de trabajo para las necesidades de la economía de guerra alemana.
En los años 1942-1944 los alemanes llevaron a cabo la liquidación de los guetos. La mayoría de sus habitantes fueron deportados a campos de exterminio, campos de trabajos forzados o asesinados en los mismos guetos.
El hecho de que los campos de concentración se construyeran en Polonia no fue casual, sino que se explica por el hecho de que la mayoría de los polacos europeos * (hasta 3.300.000) vivían en Polonia. El país contaba, además, con una rede de ferrocarril bien desarrollada, lo que facilitaba transportar a los judíos de una manera barata y rápida desde otros lugares de Europa (existían guetos también en Bruselas, Antwerp o Ámsterdam) y proceder a su exterminio.
En algunos de los guetos, los judíos plantaron resistencia a los alemanes. Tuvieron lugar levantamientos, entre otros, en Kleck (21 de julio de 1942), Glębokie (julio de 1943), Vilnius (julio de 1943), así como en Będzinie, Częstochowa y Hrubieszów (abril-julio de 1943). Las luchas más importantes tuvieron lugar en Białystok en julio de 1943, donde duraron varios días, estando comandadas por el mayor Tennenbaym-Tamarrof.
El escenario del mayor levantamiento fue, sin embargo, Varsovia, donde estalló el 19 de abril de 1943. El llamamiento del Comité Nacional fue respondido por la Organización de Combatientes Judíos y la Unión Militar Judía. El levantamiento duró hasta finales de mayo. El 8 de mayo cayó su comandante, Mordechaj Anielewicz.
En la lucha murieron, según estimaciones del encargado de ahogar el Levantamiento, Jurgen Stroop, unos 7.000 judíos. Las organizaciones clandestinas polacas trataron de apoyar el levantamiento, asegurándoles a los judíos armas y municiones y tratando de romper las posiciones de defensa alemanas. Tras sofocar el levantamiento, los ocupantes trasladaron a los judíos supervivientes al campo de exterminio de Treblinka.
Los polacos no permanecieron indiferentes ante la tragedia de la nación judía. A pesar de la amenaza de muerte que pesaba sobre los que colaboraran con los judíos, les ayudaban a salir de los guetos, daban cobijo a los fugitivos, les proporcionaban documentación falsa, alimentos, medicinas y ropa. Además de la ayuda espontánea de la población civil, alcanzó una gran magnitud la ayuda prestada por las organizaciones clandestinas. Se creó una organización social secreta, llamada Consejo de Ayuda a los Judíos (“Żegota”) con ayuda de la Delegación del Gobierno Polaco en el país. Creada el 4 de diciembre de 1942 en Varsovia, tenía también actividad en Cracovia y Lvov. Esta organización se encargó de ayudar a cerca de 30.000 judíos, además de suministrar información a las autoridades de países occidentales sobre el exterminio que estaban sufriendo. Estas actividades estaban financiadas sobre todo por la Delegación del Gobierno en el país. “Żegota” existió hasta enero de 1945, siendo la única organización de este tipo de la Europa ocupada.
Se estima que durante la 2° Guerra Mundial los polacos les salvaron la vida a unos 200.000 judíos. De la magnitud de la ayuda polaca da testimonio el hecho de que unos 6.000 de las 21.000 personas condecoradas por el Instituto Yad Vashem con la medalla Justos entre las naciones del mundo son polacos’.
*¿judíos europeos? (N. de Autor)
Fuente: “Polonia en defensa de la libertad 1939-1945”, de Wiktor Krysztof Cygan y Jacek Skalski
Varsovia 2006