27/04/2020

Situación mundial actual

Artículos

DEBIDO AL CORONAVIRUS

Al día de hoy, y según números oficiales, hay 2.943.021 casos de COVID-19 en todo el Mundo. El país con mayor cantidad de muertes y contagios es Estados Unidos, epicentro de la pandemia. El Estado norteamericano suma más de 50 mil muertes y casi 1 millón de infectados, situación que sin dudas seguirá empeorando. Poco tiempo atrás se registró una baja histórica en el precio del barril de petróleo, que presentó resultados en negativo por primera vez en la historia del capitalismo, lo que, llevado a la práctica, significó que las compañías petroleras tuviesen que pagarle a sus clientes para que se llevasen el producto, generando dudas y miedos sobre la evolución de la economía global. En Argentina se especulaba con que, dadas estas cifras, bajara la nafta, aunque difícilmente ello ocurra.

China, lugar del surgimiento del virus, se mantiene estable en cuanto a muertes y contagios, según los datos oficial. Es importante destacar esto último ya que, extraoficialmente, la información que circula es que las muertes no deben contarse en miles, sino en millones de personas. El gobierno chino no solo anunció tarde la existencia y las características del coronavirus, sino que es muy probable que también esconda los datos reales sobre lo que está dejando este momento de excepcionalidad. Algo que sustenta esta teoría, fue la masiva huida de los ciudadanos de Wuhan una vez que se levantó la cuarentena en dicha localidad. Millones de habitantes de la zona emigraron a otros lados.

Un área que también deja muchas dudas sobre la veracidad de las cifras oficiales que presenta, es África. Resulta poco creíble que allí haya tan solo un puñado de contagios y fallecimientos. Si bien es cierto que la propagación del virus dependía en un primer momento de la circulación de personas que tuviera un lugar determinado, algo que en África, salvo excepciones, no ocurría ya que muy poca gente va por turismo, una vez dentro de la comunidad, había poco por hacer. Para clarificar la idea, un ejemplo de lo impotente que es el continente contra este virus es que en un país como Nigeria, territorialmente menor a la mitad de Argentina, viven 200 millones de personas. El hacinamiento es moneda corriente y a eso hay que sumarle la pobreza de la zona, por lo que hospitales, centros de salud, insumos médicos, etc. son escasos. Dicho esto, un solo infectado es como prender un fósforo en un campo donde no llueve hace varios meses: su incendio es hasta lógico.

América Latina presenta situaciones diversas que van de la mano con las decisiones que sus mandatarios fueron tomando. En aquellos lugares donde se tomó enserio la situación desde un primer momento (Argentina, Uruguay y Paraguay, entre otros), los sistemas de salud no han colapsado ni pareciera que lo harán en el corto o mediano plazo. Distinto es el momento en las regiones como Brasil, Ecuador, México o Chile (por nombrar solo algunos), donde sus presidentes fueron muy irónicos con el fenómeno y prefirieron no parar la actividad económica y exponer a sus habitantes. López Obrador y Bolsonaro lideran este grupo.

Algunos países de Europa de a poco van flexibilizando la cuarentena y, pareciera, lo peor ha pasado. Polonia tuvo un crecimiento gradual pero controlado de la pandemia, algo a destacar teniendo en cuenta su situación geográfica. Los estados más afectados son Italia, España, Francia y Reino Unido, este último presentando casos, incluso, entre la realeza y el gobierno.

Se coloca a Corea del Sur y Nueva Zelanda como los ejemplos a seguir para lograr el objetivo de detener los contagios, todo esto mientras se espera por la vacuna que inmunice al ser humano. Corea del Sur hace varios días que muestra entre 10 y 100 casos diarios, y en Nueva Zelanda ocurre lo mismo, lo que dicen que se debe a lo estricto de las medidas implementadas por sus gobernadores y al cumplimiento de tales leyes por parte de la población.

Quienquiera que vaticine lo que va a ocurrir una vez terminada la pandemia, está adivinando, principalmente porque aún no hay una fecha exacta de cuándo será tal fin, por lo tanto mientras la gente se guarda en sus casas y la economía se derrumba, pueden seguir habiendo nuevas situaciones mundiales que pongan en jaque al sistema. Lo que hay que tener en cuenta es que, en estos casos, cuando se pregunta quién es el responsable de lo que pasa, lo que generalmente se contesta es que se debe observar quién sale beneficiado de la situación; allí está la persona que buscan. Las principales sospechas recaen en China, aunque por el momento son solo acusaciones sin pruebas veraces.

Honorio Szelagowski

hszelagowski@gmail.com