19/06/2024

Historia życia w czasie kapitulacji Warszawy

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Nos preparábamos para partir de Pruszkow. En el costado del andén se encontraban los vagones de carga. La selección era la siguiente: en una enorme plaza, las madres con sus hijos tenían que ir derecho, los jóvenes y los hombres a la derecha, los ancianos y los enfermos a la izquierda.


Se encontraba con nosotros la hermana de papá. Tendría que llevar a los hermanos, porque papá, con seguridad sería derivado al grupo de la derecha. Nuestros padres se despedían llorando, Papá, hermanos y tía. Mamá, agarrando a papá con amargura, le rezaba a la Virgen pidiéndole salvación e imploró la misericordia de Dios rogando: “Jesús, apiádate de nosotros”…

De repente se acercó a nosotros un hombre qen se encontraba al lado de un soldado. Era un traductor. Le preguntó a papá en un mal polaco: ¿Estos son tus hijos?” – Si- fue la contestación. El hombre se quedó pensando y le dijo: “Toma a estos dos mayores, ve delante de tu esposa, cuando te pregunten, di que la madre no está”. Una enorme consternación. Es que quienes seleccionaban, muy a menudo quitaban los hijos a las madres y ante sus ojos, los mataban cruelmente, en especial a los bebés. “¿Qué pasará con nosotros?” – papá tomó a los hijos mayores en brazos y fue delante de mamá. Cuando llegó al portón, a la pregunta: ¿Dónde está la madre de estos chicos?”, respondió: “No está”. “¡Drecho!” gritó el alemán, queriendo decir „derecho”. Mamá ni siquiera preguntó, solo el grito ¡Drecho!.. “Gracias Dios mío”…pensamos, solo se escuchaban algunas maldiciones”.


Karol Bek, expulsado con su familia luego de la capitulación de Varsovia

Andrés Chowanczak

Vicepresidente de la Unión de los Polacos en la República Argentina