10/07/2024

Ciekawostki kampanii wrześniowej: polska pomysłowość

Aktualności

Recuerdo de mi infancia la visita de muchos amigos de la familia, más tarde supe que eran ex altos oficiales polacos, de los cuales una gran parte de ellos emigró ya como personas mayores a este país y sin una profesión (que no fuera la militar), sin conocer el idioma y sin jubilación – les resultó sumamente difícil insertarse en la vida laboral – a pesar de las grandes oportunidades que brindaba este país por aquellos años. Algunos de estos ancianos (que hace no tanto tiempo eran personas con gran poder y de cuyas decisiones dependía el destino de miles de sus subordinados), ahora pasaban por casa posiblemente para comer algo y para ser escuchados. El ejemplo más significativo de esta situación, lo escuché ya de adulto en mi primer trabajo serio como ingeniero: uno de los directores de la empresa donde me desempeñaba me contó que hace muchos años tuvo una reunión con los gerentes de otra empresa: Adelphia, fundada por un ingeniero polaco. A la sala de reuniones de la gerencia, de repente entra un anciano, quien resulta ser el cadete de la empresa, e inmediatamente tres de los ingenieros presentes se ponen de pie y mantienen una prusiana posición de firmes hasta que el cadete se retira. Mi jefe no salía de su asombro y preguntó qué es lo que había sucedido, ¿por qué los directivos de la empresa se ponían firmes delante del cadete? La respuesta fue: “Es que durante la guerra él fue nuestro comandante”.

Las historias que relato a continuación son las que escuché en mi niñez de estas personas.

LOS PUENTES DE TCZEW

La mayoría de los textos de historia considera que el ataque alemán al destacamento polaco de Westerpaltte, en la desembocadura del río Vístula al Mar Báltico, fue el comienzo de la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo, esta comienza unos minutos antes en los puentes de Tczew.

Puente Tczew

En la mañana del 1º de septiembre de 1939, los puentes se encontraban cruzados por una maraña de cables y de explosivos.

Los Zapadores del Segundo Batallón de Tiradores tenían una orden clara: volar el puente ante cualquier intención germana de cruzarlo con sus tropas.

Estos puentes tenían para los alemanes un valor estratégico enorme, por aquí planeaban cruzar sus unidades de tierra desde Prusia.

Para evitar su voladura por parte de los polacos, los alemanes dispusieron una operación digna de la precisión de un cirujano, una escuadra de cazabombarderos Stuka intentó cortar los cables mediante un bombardeo, evitando así la detonación de los explosivos.

A las 04:40 horas, una escuadrilla de 3 aviones al mando del Tnte. Bruno Dilley bombardeó los cables.

El ataque fue exitoso, los cables resultaron ser cortados sin haber detonado las cargas explosivas en los puentes y los alemanes procedieron a avanzar con un tren lleno de soldados, con el propósito de tomar la cabecera de los puentes del lado polaco.

Pero a la precisión alemana se opuso el ingenio polaco. Los ferroviarios e inspectores de aduana, del puesto del otro lado del Vístula, simplemente bajaron la palanca que movía los rieles y enviaron el tren con todos sus hombres a una vía muerta dando tiempo a los zapadores a empalmar los cables y volar el puente.

Sin embargo, los ferroviarios e inspectores de aduana de Szymankowo, pagaron caro su accionar patriótico; todos fueron fusilados con sus familias, siendo las primeras víctimas del nazismo de la Segunda Guerra.

Monumento a los fusilados en Szymankowo

Andrés Chowanczak

Vicepresidente de la Unión de los Polacos en la República Argentina