22/01/2020

Invasión cultural

Acontecimientos Históricos

Después del reparto de Polonia entre Alemania y la Unión Soviética en septiembre de 1939, los ucranianos del este de Małopolska (la Pequeña Polonia) comenzaron a concentrarse en Cracovia. A diferencia de Lwów, que estaba bajo la ocupación soviética, donde los activistas nacionales fueron enviados a las cárceles de la NKVD y deportados, en Cracovia los alemanes los trataron con tolerancia y mejor que a los polacos.

Los asociados con el Reich tenían la esperanza de que se creara un estado conectado con Berlín, pero con cierta autonomía. A su vez, los alemanes percibieron su disposición a cooperar y los utilizaron en la administración de la ocupación y sus servicios de apoyo policial y militar. La capital del Gobierno General, Cracovia, se convirtió en el centro más grande de la comunidad ucraniana, a la que llegaron los propios del Gobierno General y los que huían del área de la ocupación soviética.

Uno de los habitantes de Cracovia lo describió de esta manera: “Junto con la incursión de oficiales alemanes, las masas de ucranianos, tanto los intelectuales como las personas simples, comenzaron a afluir hacia la ciudad. Se les asignaron nuestras casas de estudiantes y edificios escolares, los empleos más atractivos…”.

Como escribe el profesor Andrzej Chwalba en el libro “Cracovia durante la ocupación”: ocuparon las casas situadas en la calle Sarego (entonces Grünestrasse) y calles vecinas. Allí se establecieron restaurantes, cafeterías, tiendas, establecimientos de servicios y un banco. Por esta razón, los residentes de Cracovia comenzaron a llamar a esta zona el “barrio ucraniano”.
Se organizaron escuelas para niños y jóvenes, aparecieron diarios de dicha nacionalidad, revistas, libros y bibliotecas. Entre los periódicos, el más popular fue “Krakiwśki Wisti”, publicado desde el 7 de enero de 1940.

En cierta medida, los vecinos de Polonia podían usar lugares e instituciones destinadas solo para los alemanes: parques, tranvías, restaurantes y campos deportivos, los jóvenes podían estudiar en las escuelas secundarias alemanas y también recibieron pasaportes que les permitían ir a Alemania. Muchos funcionarios ucranianos, médicos y abogados llegaron a Cracovia. Reemplazaron en gran medida a médicos y abogados judíos retirados de la vida pública.
Además de los fugitivos comunes de la ocupación soviética, también se reunieron en Cracovia activistas políticos. Por ejemplo, Stepan Bandera vivió aquí por algún tiempo. Mantuvieron conversaciones con las autoridades alemanas sobre cooperación política, celebraron sus convenciones e incluso participaron en celebraciones nazis.

En el primer aniversario del estallido de la guerra, pronunciaron un discurso con motivo del “día de la liberación de los ucranianos del régimen polaco”. Expresaron la esperanza de que celebrarían el próximo aniversario del 1 de septiembre “en el nuevo orden de Europa conformado de acuerdo con la voluntad del líder del Reich alemán”.

Fuente: Hace 80 años comenzaba el calvario de Polonia (Facebook)