Fuente: Facebook "Hace 80 años comenzaba el calvario de Polonia
26/10/2020

In memoriam

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Recordar al Papa venido de un país lejano, al polaco que hoy la Iglesia lo celebra por su santidad, al hombre del difícil siglo XX en sus propias palabras es situarnos en una encrucijada histórica. La nave de Pedro surcando el mar del mundo en el cruce de dos milenios.
Transitó el siglo XX con la entereza de la virtud y con la fuerza de su fe. Celebró los dos mil años del nacimiento de Jesús con un Gran Jubileo y abrió para la Iglesia una nueva etapa de su camino al comienzo de un nuevo milenio.

Su vida no fue fácil, como no es fácil para cualquier ser humano. Aunque también es verdad que la vida nunca fue fácil en Polonia. Nació en una Polonia independiente en medio de plebiscitos y arreglos de fronteras… siempre en conflicto con sus vecinos. La enorme y llana planicie polaca siempre se encontró limitada por vecinos agresivos y materialmente superiores. Dígase caballeros teutónicos, prusianos o nazis. Siempre en el oeste han tenido a los germanos y casi siempre en actitud agresiva. Y aún faltaba el estallido de la Segunda Guerra mundial…

También los vecinos del este, Rusia. Un odio recíproco, que durante las particiones del siglo XVIII se endurecería al tratar las autoridades autocráticas rusas de convertir a los polacos en rusos y contribuir aquéllos a la violencia conspirativa que resquebrajaría el imperio zarista. Y aún faltaba el 17 de septiembre de 1939…

Pera también hablamos de sus propios sufrimientos. Perdió a su madre a tierna edad, luego a su hermano y a su padre. El torbellino de la guerra, la brutal ocupación, el ejército rojo “liberador”, el comunismo y el anonimato.
Fue un Papa forjado en la escuela del sufrimiento, es la forja de la santidad.
En aquellos años donde el hombre llegó a ser un lobo para el hombre (homo homini lupus) Karol no se quebró. De esta postura inquebrantable sin duda surgieron su mansedumbre y su espíritu humanista y como su maestro siempre respondió al mal con el bien.

Fue intelectual y obrero, actor y filósofo, deportista y pastor.
Conoció al hombre en todas sus facetas, porque nadie ama lo que no conoce…

¿Cuál es el legado del polaco Karol Wojtyła, el papa santo, a la Iglesia y a la humanidad?

Era un enamorado de la Eucaristía y devoto de María, supo llegar al corazón de todos con independencia de razas, credos, edades, profesiones. Defensor de la moral y de los derechos humanos, de la cultura de la vida, amante de la paz y de la justicia, Papa de los jóvenes (con él surgieron las Jornadas Mundiales de la Juventud) y de las familias, adalid de los derechos del no nacido, de los ancianos y de los enfermos. Apóstol de la reconciliación que supo aglutinar a credos diversos en Asís abriendo una vía ecuménica del diálogo interreligioso de un valor incalculable. Visitó una mezquita y una sinagoga. Trabó amistad, entre otros, con budistas, musulmanes y judíos. Llamó a estos últimos “hermanos mayores en la fe”. El papa viajero que recorrió el Mundo una y otra vez, abrazando y bendiciendo a todos.

Todavía recuerdo claramente su segunda visita a la Argentina y el omnipresente ¡Juan Pablo II, te quiere todo el mundo!

Gerardo Rodríguez

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