El cañón sin retroceso Czekalski, uno de los mejores anti tanque del mundo
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Luego de la invasión alemana a Polonia del 1⁰ de septiembre de 1939 y de la Unión Soviética el 17 de dicho mes, una parte importante de las Fuerzas Armadas polacas lograron evadir los campos de prisioneros alemanes y los campos de concentración rusos. Los mismos formaron las Fuerzas Armadas Polacas en el Exilio.
A partir de la invasión alemana a la Unión Soviética, parte de los polacos detenidos en dicho país es liberada y se une a dicha fuerza.
A Gran Bretaña, además de soldados y pilotos altamente calificados (los cuales serán decisivos en la Batalla de Inglaterra), llegan más de 4.000 expertos en armamento. Polonia antes de la Segunda Guerra Mundial contaba con una incipiente industria metal-mecánica y sus ingenieros tenían una bien ganada fama mundial.
En noviembre de 1940, el Gobierno Polaco en el Exilio estableció el Instituto Militar Polaco de Tecnología en Londres, que desarrolló un cañón antiaéreo de 40 milímetros que se necesitaba con urgencia, considerado el mejor de su clase.
A partir de 1941 los británicos asignaron polacos en sus fábricas de armamentos. Esto permitió acelerar en casi 6 meses los trabajos de diseño del cañón de 20 mm empleado en la marina y en vehículos del ejército, así mismo los polacos lograron mejoras en la producción que permitieron bajar el costo en un 80%.
Entre los constructores cabe mencionar a Kazimierz Januszewski y Aleksander Czekalski. Ambos trabajaron en el Departamento de Diseño de Armamento y en 1942 contribuyeron a la construcción de un cañón sin retroceso. Se construyeron cuatro prototipos; luego de las pruebas, el comité calificó para la producción un cañón denominado Ordnance, RCL, de 3,45 pulgadas, que pesaba 34 kg de 1,7 m de longitud y que disparaba un proyectil de 7,4 kg a una velocidad de 180 m/s. Su alcance era de aproximadamente 900 m. El cañón se usó en la campaña del norte de África y fue por bastante tiempo la única arma aliada capaz de penetrar la armadura de los nuevos tanques alemanes recién introducidos.
El Ing. Czekaski contó en una oportunidad en la Argentina, que en Londres estaba tan abocado a su trabajo, que dormía y comía en su oficina; sin embargo, estaba feliz, puesto que sabía que su trabajo tenía una influencia importante para la victoria de los aliados.
Después de la Guerra, el gobierno argentino del presidente Perón trajo a numerosos científicos europeos a la Argentina, entre ellos se destacaron los siguientes militares polacos: el Teniente Coronel Ingeniero Alexander Czekalski, el Mayor Ingeniero Antonio Kowalczewski y el Capitán Ingeniero Ryszard Dyrgalla (quien diseñó y construyó el primer misil argentino denominado Tábano). Czekalski arribó al puerto de Buenos Aires con su familia el 15 de abril de 1947 en el buque Empire Speargear proveniente del puerto de Hull.
Ya en la Argentina, su primer desarrollo fue para el Ministerio de Agricultura, quien le encargó el proyecto de una ballesta incendiaria para luchar contra una plaga de cotorras que hacía estragos en nuestros campos.
Seguidamente, el General Savio lo contrató para construir un cañón sin retroceso. Czekalski siempre lo nombraba como una persona extraordinaria y según los comentarios de su hija lo apreciaba mucho. Un año más tarde, es transferido al CITEFA (Centro de Investigaciones Técnicas y Espaciales de las Fuerzas Armadas), donde continuó el desarrollo de su arma. El cañón finalmente fue construido y presentado en un desfile militar, el presidente Perón lo felicitó personalmente por su trabajo. Czekalski, que era totalmente apolítico, nunca ocultó el orgullo que sentía de haber sido felicitado por el mismísimo presidente del país en el que eligió vivir.
En 1953, fue designado profesor en la Escuela Superior Técnica del Ejército, de la materia Bocas de Fuego. Uno de sus alumnos, el Mayor Roberto Corti comentó lo siguiente: ‘’Con su nacionalidad polaca y su manera de hablar, un poco extranjera, empezó a impartir la materia y nos llamaba la atención lo buen profesor que era, lo didáctico y, sobre todo, lo que sabía sobre el tema. Conocía la materia que nos enseñaba y era notable su nivel teórico y práctico. La materia Bocas de Fuego era eminentemente analítica, con muchas fórmulas, desarrollos y modelos matemáticos. Él combinaba todos esos conocimientos con temas eminentemente prácticos, como, por ejemplo, cómo se mecanizaba el tubo, qué avance había que darle a la herramienta, con qué tipo de herramienta, el tipo de acero y el análisis que había que hacer sobre el material empleado. Creo que esta forma de impartir conocimientos teóricos y prácticos simultáneamente era un estilo de la educación polaca. Czekalski tenía una capacidad didáctica muy grande y además tenía un gran sentido de la responsabilidad. Cuando terminó el curso nos relató lo que tuvo que estudiar y cómo tuvo que adecuarse a los términos técnicos en español. Para su curso, siguió un libro en español que actualizó y mejoró. En sus clases nos explicaba las diferencias entre lo que decía el libro y lo que era la realidad práctica. Czekalski fue uno de los mejores profesores que tuve. Aprendí muchísimo. El último día de clase fue muy emotivo. Nos saludó a todos, se despidió y entonces sentimos su extraordinario calor humano.
A Czekalski, no volví a verlo. Después yo fui destinado a la Fábrica Militar de Río Tercero, y me enteré que había fallecido”.
En su Legajo personal de la Escuela Superior Técnica del Ejército Argentino es calificado de la siguiente forma:
“Conducta del profesor en general: SOBRESALIENTE
Conocimiento de la materia que dicta: SOBRESALIENTE
Dedicación y entusiasmo con que imparte la enseñanza: SOBRESALIENTE
Condiciones didácticas: SOBRESALIENTE
Rendimiento obtenido: SOBRESALIENTE
Juicio de que goza ante sus alumnos: SOBRESALIENTE
Condiciones personales y morales: SOBRESALIENTE
Juicio Concreto: Goza de gran ascendiente. Posee conocimientos profesionales que lo destacan en forma sobresaliente. Personalidad descollante. Es un ejemplo por su responsabilidad.
Firmado: Emilio Eduardo Martínez. Teniente Coronel Jefe de Estudios Escuela Superior de Guerra’’.
ALEXANDER CZEKALSKI FALLECE EN UN ACCIDENTE FERROVIARIO EN 1966
En el año 1978 (en pleno peligro de una guerra con Chile), se dio a conocer un pedido del Ejército para la compra de cañones sin retroceso.
Se realizó una licitación internacional, a la que se presentaron la empresa sueca Bofors con un cañón de 90 mm sin retroceso, España con un cañón de 106 mm, (nada menos que un modelo norteamericano fabricado en dicho país) y Fabricaciones Militares, que también decidió presentarse: lo hizo con el cañón sin retroceso que había desarrollado Czekalski.
En la licitación, a Fabricaciones Militares se le dio el mismo tratamiento que a las empresas extranjeras, lo cual motivó una protesta, pero finalmente, al igual que sus competidoras, tuvo que presentar la documentación técnica del cañón con su prototipo y efectuar un tiro de demostración en la localidad de Magdalena, en los campos del Regimiento de Tanques 8, según el programa de tiro que establecía el Ejército para un concurso internacional. Se efectuó el tiro, que resultó excepcionalmente bueno, no registrándose falla alguna y con impactos en su totalidad en el blanco. Por su parte, los españoles erraron el blanco y Bofors tuvo una interrupción, de lo que resultó elegido el cañón de Fabricaciones Militares, y cuyo desempeño fue un éxito ya que el Ejército decidió adquirir el cañón sin retroceso argentino.
El cañón Czekalski fue exportado a Bolivia, Ecuador, Guatemala, Perú y Uruguay. Tuvo participación en 2 guerras: Guerra de Malvinas, Guerra del Cenepa (entre Ecuador y Perú).
DATOS TÉCNICOS DEL CAÑÓN CZEKALSKI
Peso del cañón: 370 Kg
Longitud: 4.200 mm
Longitud del canon: 3.000 mm
Calibre: 105 mm
Cadencia de fuego: 3 a 5 disparos por minuto
Alcance efectivo: 1.800 m
Alcance máximo: 9.200 m
Velocidad máxima del proyectil: 400 metros/segundo
Peso del proyectil: 25 kg.
La ventaja de este canon era su peso y precisión, pero la desventaja consistía básicamente en que parte de los gases de proyectil salían despedidos hacia atrás; esto era peligroso para los servidores de la pieza. Por otra parte, estos gases delataban la posición del cañón.
CONSULTORES
Gral. de División Carlos Artuso.
Gral. De Brigada Ingeniero y Dr. en Historia Enrique Dick.
Coronel (VGM) Gabriel Bao.
Coronel Marcelo Calderón.
Coronel (VGM) Ricardo Frías.
Coronel (VGM) Eduardo Gassino.
Coronel Roberto Palomino.
Ana Kowalczewski (hija del Mayor Ing. Kowalczewski).
Santiago Tavella Madariaga Especialista en Armas.
Suboficial Mayor Armero (VGM) Abel Vivas.
BIBLIOGRAFÍA
Enrique R. Dick. Dr. Ricardo A. Bastianon “El cañón sin retroceso de Czekalski” https://docplayer.es/78746260-El-canon-sin-retroceso-de-czekalski.html
Andrés Chowanzak
Vicepresidente I de la Unión de los Polacos en la República Argentina