28/10/2023

La liberación de las tierras polacas. Formación del nuevo modelo político del estado. Fin de la Segunda Guerra Mundial

Artículos

La ofensiva soviética se acercaba a las fronteras de Polonia de antes de 1939. En la noche del 3 a 4 de enero de 1944, el Ejército Rojo entró en las tierras polacas. Vista la eventualidad de fijar la frontera oriental de Polonia a lo largo de la llamada línea Curzon (el río Bug), el gobierno polaco de Londres, encabezado por Stanisław Mikołajczyk, y, más aún, el Estado Mayor del Ejército del Interior (AK) protestaron enérgicamente. Sin embargo, las decisiones con respecto a las fronteras polacas habían sido tomadas en la primera conferencia de Roosevelt, Churchill y Stalin en Teherán en diciembre de 1943. También se habló entonces de establecer la frontera occidental de Polonia en el río Odra. Así, la protesta del gobierno de Mikołajczyk estaba en contra de las líneas principales de la gran política, por lo cual no pudo ganarse el respaldo británico. Churchill declaró que Polonia debía aceptar la línea Curzon por ser “la solución del problema polaco en gran escala”.  Las negociaciones al respecto con Stalin no dieron el resultado esperado por Mikołajczyk. En tales circunstancias, se decidió realizar el Plan Tempestad que preveía que las formaciones del AK y la representación del gobierno de Londres tomarían el poder civil y militar en las tierras entre la frontera de 1939 y la línea Curzon (el río Bug) antes de entrar allí las tropas soviéticas. El plan no tuvo éxito. Entre las muchas causas de su fracaso figuró la falta de respaldo de las potencias occidentales. En tal situación, Sosnkowski propuso hacer del AK una organización clandestina antisoviética, pero su proyecto no fue apoyado por el gobierno que acababa de reestructurarse. Mientras tanto los destacamentos del Ejército Popular (AL) y de los Batallones Campesinos (BCh), así como otras fuerzas de resistencia, incluido el AK, intensificaron su actividad en la retaguardia del frente. El gobierno en el exilio quería que al menos la liberación de las tierras tras la línea Curzon se realizara con su participación. Decidió, pues, actuar en dos rumbos. De una parte, en Varsovia se preparaba una insurrección que iba a liberar la capital antes de que lo hiciera el ejército soviético que justamente había llegado al Vístula. Sin embargo, las tropas soviéticas, después de la operación de Bielorrusia y una marcha de 500 kilómetros, prevista antes para 250 kilómetros, necesitaban tiempo para prepararse para una nueva ofensiva, tanto más que, llegadas al Vístula, se encontraron con una fuerte resistencia de los alemanes, circunstancia que no fue tenida en cuenta por el general Komorowski, comandante del AK, que preveía que el ejército soviético cruzaría inmediatamente el Vístula. De otra parte, Mikołajczyk hizo una siguiente visita a Moscú con la intención de arreglar el asunto de la instauración del poder en las tierras liberadas por el ejército soviético. No dudaba del éxito de la insurrección de Varsovia que, según los planes, iba a ser una operación de corta duración.

La insurrección de Varsovia, que estalló el 1 de agosto de 1944, pese a la manifiesta oposición de algunos representantes del gobierno de Londres, fue ahogada por los nazis en un mar de sangre. Constituyó un gran arrebato patriótico, una manifestación de lucha tanto de los soldados del AK como de otras formaciones, incluido el AL de la región de Varsovia cuyo comandante Bolesław Kowalski cayó en los combates, y de la población civil. Todos vivían esperando la liberación y querían acelerarla. También se creía que la insurrección había sido bien preparada desde el punto de vista militar y político. Sin embargo, sus posibilidades de éxito eran nulas, no obstante, las tropas soviéticas y polacas habían conquistado ya el barrio de Praga, en el margen derecho del Vístula. La insurrección duró 63 días. Cayeron alrededor de 200.000 polacos, incluidos cerca de 22.000 soldados. Las bajas alemanas sumaron 26.000 soldados caídos. La aviación soviética en los días de la insurrección perdió a 250 pilotos, incluidos 100 polacos. Por orden de Hitler, Varsovia fue destruida en un 80 por ciento; los monumentos más valiosos de la cultura polaca quedaron reducidos a ruinas. Los planes del gobierno polaco en el exilio fueron desbaratándose, independientemente del fracaso de la insurrección. En el país existía ya un centro del poder que debía ser tenido en cuenta porque gozaba del respaldo de la URSS. En marzo de 1944, el Consejo Nacional Popular, por intermedio de sus representantes, se puso en contacto con el gobierno soviético y con la Unión de Patriotas Polacos, obteniendo el consentimiento de Stalin para crear una Representación del CNP en las Tierras Liberadas. Facilitó esa decisión el mismo Mikołajczyk quien, esperando en vano el respaldo de los Estados Unidos, no quería admitir compromiso alguno con el CNP.

En virtud del acuerdo con la URSS, el 22 de julio de 1944 fue proclamado en Chełm Lubelski, la primera ciudad tras la línea Curzon liberada por las tropas soviéticas, el Manifiesto del Comité Polaco de Liberación Nacional (ese nombre lo había tomado un día antes la Representación del CNP). El CPLN, cuya fuerza dirigente era el Partido Obrero Polaco, basó su política sobre tres principios fundamentales: restitución de la Constitución de Marzo, colaboración con la URSS y aprobación de las decisiones relativas a las fronteras tomadas en Teherán. Comenzó sin demora a prestar ayuda al Ejército Rojo. La población de las tierras liberadas se puso a trabajar para las necesidades del frente, y el I Ejército Polaco se unió con el Ejército Popular (guerrilleros) formando un solo Ejército Polaco. Al mismo tiempo, en regiones liberadas fueron organizándose el II Ejército Polaco y otras unidades militares. El CPLN, como gobierno provisional, abrió su representación en Lublin. Durante las negociaciones sostenidas en agosto en Moscú con los representantes del CPLN, Mikołajczyk rechazó el proyecto de Bierut que proponía formar un gobierno común en el cual las carteras del primer ministro y de los titulares de tres ministerios serían confiadas a los miembros del gobierno polaco en Londres. Mikołajczyk contaba con el triunfo de la insurrección de Varsovia, que había comenzado hacía una semana y media.

Desde julio de 1944 hasta enero de 1945, cuando comenzó la nueva ofensiva soviética, el CPLN había desarrollado actividades directas en las tierras liberadas, o sea, hasta el Vístula. Se reconstituyeron el Partido Campesino y el Partido Socialista Polaco (de su ala izquierdista), el movimiento sindical y las organizaciones juveniles. El Partido Obrero Polaco y el Partido Socialista Polaco fueron volviéndose organizaciones políticas de masas. Se creó la autogestión territorial (consejos populares), la milicia ciudadana y el servicio de seguridad. Fue proclamado el decreto de la reforma agraria que inmediatamente fue puesto en práctica. La reforma abarcó las tierras que eran propiedad del Estado o cuyos propietarios eran alemanes y las haciendas con una superficie superior a 50 hectáreas (en las tierras occidentales, el límite eran 100 hectáreas). La reforma agraria eliminó de la estructura social a la clase latifundista y la propiedad capitalista de grandes extensiones de tierras. Al mismo tiempo, en las tierras que seguían bajo ocupación alemana se intensificó la actividad de la guerrilla. En esas regiones penetraban también soldados soviéticos que contaban con la ayuda de la población local.

Continuaban las negociaciones sobre la composición del futuro gobierno polaco; los encuentros del 13 y 14 de octubre de 1944 no dieron resultado; el gobierno de Londres, pese a la falta de respaldo de Churchill y Roosevelt, no cedía en la cuestión de las fronteras. Criticado por ser demasiado transigente, Mikołajczyk fue obligado a dimitir; el nuevo gobierno de Tomasz Arciszewski resultó más rígido. Añadamos que uno de los candidatos a primer ministro era Wicenty Witos, gravemente enfermo, a quien se quería traer a Londres. Paralelamente se desarrollaba la campaña a favor del reconocimiento internacional del CPLN. En Francia y Bélgica fueron organizados consejos nacionales polacos que apoyaban al gobierno provisional.

El 31 de diciembre de 1944, el Consejo Nacional Polaco creó el Gobierno Provisional de la República de Polonia, reconocido por la URSS, con la cual firmó el 21 de abril de 1945 el Tratado de Amistad, Ayuda Mutua y Colaboración de Posguerra por 20 años. Ese último suceso tuvo lugar después de la conferencia de los Tres Grandes en Yalta (4 – 11 de febrero de 1945) que había confirmado la frontera oriental de Polonia a lo largo de la línea Curzon, habían subrayado la necesidad de “un considerable aumento territorial de Polonia en el Norte y Oeste” y habían exigido la creación de un gobierno “de unidad nacional” que contara también con el respaldo de las potencias occidentales. Los representantes del Gobierno Provisional y del gobierno polaco en Londres, reunidos nuevamente en Moscú, llegaron finalmente a un acuerdo. Surgió el Gobierno Provisional de Unidad Nacional con Edward Osóbka-Morawski como primer ministro y Władysław Gomułka y Stanisław Mikołajczyk como viceprimeros ministros. Casi dos tercios de las carteras en el nuevo gobierno correspondieron al Partido Obrero Polaco y al Partido Socialista Polaco, el resto se lo repartieron el Partido Campesino y el Partido Democrático.

Se terminó con la existencia de dos poderes; se proclamó el indulto para los participantes en las organizaciones clandestinas dirigidas por el gobierno polaco en Londres.

La ya mencionada ofensiva de enero trajo la libertad a todo el país. El I Ejército Polaco tomó parte en el forzamiento del Baluarte de Pomerania, la toma de Kołobrzeg, la liberación de Gdynia y Gdańsk y en los combates en Berlín. El II Ejército, al mando del general Karol Świerczewski, libro una gran batalla en las cercanías de Bautzen, muy importante para la toma de Berlín. Participó también en la operación de Praga, liberando a varias localidades de Bohemia. No obstante, la inminente derrota, los alemanes ofrecían una fuerte resistencia y no cesaban de exterminar a la población polaca.

A medida que eran liberadas las ciudades y aldeas comenzaba la nueva vida. Se ponía en funcionamiento establecimientos industriales, se abrían escuelas, empezaba la actividad cultural. También se organizaba el poder local. Comenzaba un período de grandes esfuerzos de reconstrucción del país.

La frontera occidental de Polonia fue establecida en la conferencia de los jefes de gobierno de las tres potencias aliadas – la Unión Soviética, Gran Bretaña y Estados Unidos – en Potsdam (17 de julio – 2 de agosto de 1945). En Potsdam estuvo presente una delegación polaca, encabezada por Bolesław Bierut. Se decidió que la población alemana que había quedado en tierras polacas (la mayoría había huido ante la ofensiva soviética) sería desplazada al territorio de Alemania.

Fuente: “Panorama histórico de Polonia”

Biblioteca Polaca Ignacy Domeyko

Transcripción: Honorio Szelagowski