16/09/2024

Józef Piłsudski

Artículos

Siendo niño, siempre me llamó la atención un nombre que indefectiblemente era motivo de discusión entre los amigos de mis abuelos: Piłsudski (mi abuelo paterno Jan Daniel Chowanczak), fue un hombre de su confianza, pero nunca aceptó ningún cargo en ninguno de sus gobiernos.

No entendía cómo para algunos era considerado un dictador y para otros nada menos que el padre de la patria.

Con el correr del tiempo me di cuenta que ambas opiniones tenían algo de razón y veo que hoy en día, en Polonia, sigue vigente esta discusión. Para algunos, incluyendo personajes públicos, fue un bandido y para otros el mayor prócer de la historia polaca.

Jozef Pilsudski nació en el seno de una familia aristocrática, en Zułów, cerca de Vilna, el 5 de diciembre de 1867, fue el tercer hijo de una familia de 12 hermanos. Su padre (también Jozef), fue comisario del gobierno nacionalista, durante el fracasado Levantamiento de Enero de 1863 contra el Zar de Rusia. Su madre María provenía de una aristocrática familia lituana.

Tuvo una infancia feliz y el hecho de ser criado entre tantos hermanos, inspiro en él, un sentimiento de colectivismo, (juntos escuchaban los libros y versos que leía la madre, juntos cantaban canciones patrióticas, juntos viajaban en el colectivo familiar). De adulto tuvo la firme convicción de que los polacos, luchando juntos, podrían recuperar su independencia (la cual se había perdido en 1795).

Durante su adolescencia comenzó a demostrar grandes dotes de líder, sin embargo, a pesar de ser en extremo inteligente, no se destacó como estudiante.

Ya en el gobierno, una de sus particulares es que, en alguna medida, todas las clases sociales se identificaban con el: los militares, y los civiles, la clase obrera y la aristocracia, los cristianos y los judíos, la derecha y la izquierda. Muchos lo sentían como un león, pero no un león salvaje o hambriento, sino un león saciado.

Una vez finalizada la secundaria, ingresó en la prestigiosa facultad de medicina de la Universidad de Charków (hoy perteneciente a Ucrania), donde estudió un año y luego regresó a Vilna.

Para su lucha contra el zar elige al socialismo. En 1892 empieza a escribir en los diarios socialistas.

Allí ingresa a una organización que conspira contra el Zar de Rusia. Sin saber demasiado acerca de lo que está haciendo, es detenido por la policía, debido a que dicha organización planeaba atentar contra el Zar. Su hermano mayor Bronislaw es sentenciado a 15 años de prisión y Josef a 5. Sin embrago las condiciones de encarcelamiento del hermano menor, son dentro de todo leves. Estando detenido conoce a su primer amor. En Siberia toma contacto con comunistas y llega a la conclusión de que la liberación de Polonia solo se puede lograr por medio de fusiles en manos de obreros. Cuando regresa en abril de 1892, ya es otra persona, un verdadero revolucionario.

Milita en el partido socialista y edita el diario Robotnik (Trabajador), como es extremadamente desconfiado, a la policía zarista le resulta sumamente dificultoso atraparlo.

En 1900 es detenido (por mera casualidad) y nuevamente encarcelado. Para escaparse finge (asesorado por un eximio siquiatra), estar demente y es enviado al hospital de San Nicolás en San Petersburgo de donde efectivamente logra huir en 1.901

En 1904 estalla la guerra entre Rusia y Japón, Pilsudski recibe dinero del Estado Mayor Japonés, para realizar tareas de sabotaje contra objetivos rusos.

El 13 de noviembre el Partido Socialista organiza una gran manifestación contra el Zar en la Plaza Grzybowski en Varsovia. Los manifestantes se aglutinan bajo una bandera roja y entonan la marcha: “Warszawianka”. La policía zarista reprime y comienza un tiroteo, pierden la vida 6 manifestantes, 27 son heridos y 413 arrestados. Es la primera acción anti zarista de magnitud desde el Levantamiento de enero de 1863 y es el puntapié de la lucha armada de la cual toma parte Pilsudski. Concretamente comienza acciones terroristas contra el Zar, tal vez no a una escala, como lo es hoy en día el Isis, pero si seguramente parecidas, a lo que fue, hasta unos años la acción, del IRA (en inglés Irish Republican Army) o Ejército Republicano Irlandés, en contra de Inglaterra.

El 26 de septiembre de 1908 organiza y dirige en persona el ataque a un tren postal ruso, cargado de dinero en la estación de Bezdany (hoy Lituania).  En esta acción pierden la vida varios soldados y funcionaros del correo ruso y Pilsudski consigue el dinero que necesita para organizar en gran escala “sus grupos de tiradores”. A partir de ese momento su movimiento pasa de tener miles de seguidores, a contar con decenas de miles de ellos.

En este mismo año pronostica la Primer Guerra Mundial.

En 1914 llega el momento esperado por Pilsudski, el comienzo de la Primer Guerra Mundial, las potencias de aquella época, que ocupan Polonia se desangran luchando entre ellas. Sus legiones luchan contra el zar.

El 11 de noviembre de 1918 es declarada oficialmente la independencia de Polonia, luego de 123 años de ocupación extrajera, nace la Segunda República de Polonia. Pilsudski es nombrado Jefe de Estado, cargo que ocupará hasta 1921.

Estando en el poder, uno de los problemas más importantes que debe afrontar es el hecho, de que no están definidas las fronteras del nuevo estado polaco y comienza una guerra no declara con Rusia. Pilsudski quiere formar una confederación que sería llamada Międzymorze (entre mares), proyecto que no logra concretarse, sin embargo, sus tropas llegan hasta Kiew, con el propósito de liberar Ucrania de los rusos.

En agosto de 1920: la Unión Soviética quiere llegar hasta Alemania e imponer el comunismo en todos los países europeos a su paso. Al llegar a Varsovia el ejército soviético es derrotado por los polacos en la batalla del Vístula, más conocida como el Milagro del Vístula. Esta batalla decide el futuro de Europa por 20 años y el gran héroe es Pilsuldski.

El 17 de marzo de 1921 sus rivales de derecha lograron aprobar la nueva constitución de carácter netamente parlamentarista en la que el presidente ostenta poco poder. Pilsudski siente que el pueblo polaco no le es agradecido por todo lo que él hizo por su patria.

En 1922 es elegido presidente y asesinado a los pocos días el prof. Ing. Gabriel Narutowicz, Lo sucede en cargo el reconocido matemático Stanislaw Wojciechowski.

En mayo de 1926 Pilsudski ejecuta un golpe de estado (donde pierden la vida cientos de polacos), el cual resulta exitoso debido a que las tropas leales al gobierno constitucional no logran llegar a Varsovia, debido a un sabotaje de los obreros ferroviarios.

Sin embargo, una vez en el poder Pilsudski no es vengativo, incluso asciende a general al entonces coronel Anders, quien fue uno de los principales defensores del gobierno constitucional derrotado. Asimismo, logra imponer como presidente a Ignacy Mościcki, un brillante químico (gran amigo de mi abuelo), quien es reelegido y continua su mandato hasta la invasión alemana en 1939.

Sin embargo, Pilsudski no deja de ser el hombre fuerte de Polonia hasta su muerte (debida a un cáncer estomacal), acontecida el 12 de mayo de 1935. En 1933 -previniendo lo que sucederá 6 años más tarde quiere desarrollar una guerra preventiva contra Alemania, al no lograr consenso pasa a ser uno de los artífices del pacto de no agresión firmado entre Alemania y Polonia en 1934-.

Empero, un hombre tan importante no podría simplemente morir y sus exequias son en realidad la despedida del líder con su pueblo, millones de personas asisten a su funeral. Lo curioso es que llega una misión especial de Alemania, encabezada por Hermann Goering, quien por esa época era conocido simplemente como un brillante piloto alemán, haz de la Primera Guerra.

Pilsudski da expresas órdenes de que su corazón sea enterrado junto a su madre en Vilna, mi tío abuelo el entonces teniente Jerzy Bychowiec (quien luego fue asesinado en Katyn) tuvo el honor de ser uno de los oficiales que transportó la urna funeraria. Su cuerpo sin embargo descansa en el castillo de castillo de Wawel en Cracovia, junto a los reyes polacos.

En cierta forma es posible que el Mariscal desease influir en forma positiva sobre los destinos de Polonia, aún luego de su partida de este mundo.

Andrés Chowanczak

Vicepresidente de la Unión de los Polacos en la República Argentina